Noticia publicada por El Heraldo el 21/04/2019.
Proyecto internacional, financiado por FONTAGRO, se extiende a Perú y Colombia con finalidad de incrementar rendimientos arroceros, teniendo como premisa la menor cantidad de agua disponible y la necesidad de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero generados por el cultivo.
El arroz de riego es una de las mayores fuentes de emisión de Gases de efecto Invernadero (GEI), especialmente de metano y óxido nitroso. Como el arroz es uno de los cultivos más importantes para la alimentación y la agricultura familiar en el mundo, y su demanda se espera que aumente en un 28% en el 2050, la investigación sobre prácticas agronómicas que reduzcan las emisiones de GEI se han enfocado para no afectar los rendimientos del cultivo.
En Chile la información sobre GEI emitidos por el arroz es incipiente, aunque de gran importancia para posicionar al país en los acuerdos internacionales de políticas de mitigación.
Es por ello que cobra gran relevancia la ejecución del proyecto internacional “Innovaciones para la intensificación sostenible de la agricultura familiar ante el cambio climático” que ejecutan en nuestro país ejecutan investigadores de INIA Quilamapu gracias al financiamiento del Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria, Fontagro.
El proyecto, se encuentra recién en su primera temporada de desarrollo en los países involucrados y donde intervienen la Federación Nacional de Arroceros (FEDEARROZ) de Colombia, quien lidera el proyecto, INIA en Chile y la Universidad de La Molina en Perú. El equipo de trabajo en Chile está conformado por los investigadores Viviana Becerra, Gabriel Donoso, Jorge González y Hamil Uribe de INIA Quilamapu, y Marta Alfaro, Sara Hube y Luis Ramírez de INIA Remehue.
Según indicó la investigadora Viviana Becerra, este proyecto intenta disminuir el uso de agua, inundando y secando los cultivos alternadamente, en vez de mantenerlos siempre cubiertos de agua como se ha hecho históricamente. Con ello, se reduce la emisión de gases de efecto invernadero, cuidando, eso sí, de que los rendimientos no se vean afectados, por lo que se requiere de ajustes a nivel experimental en cada país y posteriormente una validación a mayor escala.
En lo concerniente a lo realizado en nuestro país, Vivian Becerra explicó que “se han instalado los primeros ensayos de campo, en Parral, donde se compara el riego por inundación convencional y el riego intermitente, en los sistemas de siembra pre-germinada y siembra directa”. Agregó que “durante la presente temporada se han medido los gases de efecto invernadero, el consumo de agua, y pronto se evaluarán a cosecha los costos, rendimientos y calidad del arroz producido”.
La investigadora de INIA, explicó que los resultados de dos temporadas experimentales “permitirán sugerir una propuesta tecnológica que será validada en el tercer año del proyecto en el campo de un par de agricultores”.
Proyecto internacional
Dentro del proyecto participan el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), el Fondo Latinoamericano para Arroz de Riego (FLAR) y el Grupo Arroz de la Alianza Global de Investigación para los gases de efecto invernadero de la Agricultura (GRA), quienes actúan como organismos asociados para el uso de plataformas regionales e internacionales de investigación y difusión, para alcanzar un mejor aprovechamiento de los resultados, más allá de los tres países ejecutores.
Durante la actual temporada en Chile, alrededor de 130 agricultores, profesionales, técnicos, estudiantes, universitarios y de la industria arrocera han visitado los ensayos, además de recibir información permanente de los alcances de investigación que buscan la sustentabilidad del cultivo.
Conozca más sobre el proyecto: